
La Alcazaba de Almería
Sobre la cúspide del solitario cerro que domina el centro la ciudad, se levanta esta bella e imponente construcción, cuya edificación se inició en el año 955 por orden del califa Abderramán III, como parte de una refortificación de la ciudad, al convertirse ésta en el centro del poder marítimo del reino.
Ya en el siglo XI, la Alcazaba sufriría algunas modificaciones de interés, tanto en su zona palaciega como en lo relativo a su aspecto general, pudiendo aún verse algunas de ellas. Pero estos cambios no fueron los únicos, y en siglos posteriores se siguieron produciendo alteraciones en su planta y estructura interna hasta dar como resultado la maravillosa configuración actual, que se halla dividida en tres espacios diferenciados:
Un primer recinto, bellamente ajardinado hoy en día, que desde un principio estuvo destinado a la población civil; un segundo, a continuación, que se utilizaba como residencia real, y también para los soldados y el resto de la corte; y un tercero, posterior en el tiempo -de hecho, fueron los Reyes Católicos quienes lo mandaron levantar-, que contiene una suerte de fuerte independiente, destinado a resistir un asedio por sí solo en caso de darse dicha situación.
Por supuesto, con tales antecedentes arquitectónicos y unos espacios ajardinados tan llamativos como repletos de amplios espacios, la Alcazaba no podía dejar de llamar la atención de los cineastas. Y así éstos comenzaron a utilizarla en películas tales como Marchar o Morir o El Viento y el León. Incluso los muros y calles anexas al conjunto se usaron en unas pocas cintas, entre las que destaca Indiana Jones y la Última Cruzada.